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Formas y medios de pago




Formas y medios de pago
Una vez que  el vendedor ha entregado la mercancía, la obligación del comprador es entregar el precio de los bienes. El pago se puede realizar al contado es decir, en el momento de la operación, o aplazado, en cuyo caso se denomina pago a crédito y se difiere la entrega del precio.

Con el pago al contado las obligaciones derivadas del contrato “entrega de la cosa y del precio” se cumplen de forma simultánea; el comprador recibe el bien al mismo tiempo que el vendedor el precio. Sin embargo, en la práctica también se denomina pago al contado cuando el precio se hace efectivo en los días  inmediatos a la entrega de la mercancía.
El pago aplazado significa que el vendedor hace entrega de la mercancía pero la obligación del comprador no se cumple de forma inmediata, el pago tiene lugar en el plazo establecido por los contratantes. El aplazamiento del pago puede ser a corto u a largo plazo, y sin intereses o con intereses.
  • El pago a corto plazo: consiste en fraccionar la deuda en partes iguales o periódicas, cuyos plazos no superen el año, por ejemplo a 30, 60 y 90 días. Normalmente estos plazos son los más habituales entre las empresas y se pactan sin intereses, pues ambas partes se benefician con la operación. El cliente adquiere la mercancía sin tener que hacer un desembolso inmediato y el vendedor puede dar salida al producto y cumplir el objetivo de recuperar la inversión realizada.
  • El pago a largo plazo: es cuando el comprador dispone de un tiempo superior al año para hacer efectiva la deuda, por ejemplo 18 meses, 2 años, etc. Estos pagos, generalmente, se pactan a través de entidades de crédito o financieras. La ventaja que obtiene el comprador pagando a crédito es poder adquirir los bienes sin tener que esperar hasta reunir el dinero, pero como contrapartida tiene que soportar el coste de los intereses. Este coste se debe incluir en el coste total del producto al igual que la mano de obra y los gastos generales.